Nos vemos a las 11 en la
gasolinera. ¡Trae un pañuelo!
¿De qué tipo?
Para taparte la cara
Bil’in es uno de los pueblos que quedó dividido por el Muro
del Apartheid. Dos tercios de sus tierras, principalmente de cultivo, fueron
anexionadas a Israel, de forma que los palestinos y palestinas no podían
acceder a ellas.
Bil’in ha sido también uno de los pueblos más activos en la lucha
contra el muro, con un comité popular y varios grupos de activistas
(principalmente los israelíes Anarquistas contra el muro) organizando la
resistencia. Tras un largo proceso judicial, hace un año que el pueblo
consiguió una victoria contra Israel en los tribunales y el muro fue desplazado
aproximadamente 1 kilómetro hacia atrás, rodeando de cerca un asentamiento
israelí de tamaño considerable, con algunos chalets y nuevos edificios de pisos
en construcción. Aún anexiona un tercio de las tierras del pueblo.
Desde hace años, todos los viernes hay manifestaciones que
salen del centro del pueblo y tratan de llegar al muro (o la alambrada de
espino que hay delante). A estas manifestaciones acude gente del pueblo, pero también
activistas palestinxs, israelís e internacionales. Cuando llegamos, un grupito
de unos 20 internacionales nos reunimos en una casa del pueblo, donde un
activista de Anarquistas contra el muro nos explicó brevemente la historia del
pueblo y su resistencia, el tipo de armamento utilizado por los soldados contra
los manifestantes pacíficos y qué hacer al respecto.
La munición utilizada por el ejército de Israel contra los
manifestantes consiste en:
Granadas de gas lacrimógeno: suelen lanzarlas en ráfagas. Es
importante estar atentas a dónde van a caer para evitar por todos los medios que
nos golpeen en la cabeza, y además correr y alejarse para que el gas nos afecte
lo menos posible. Si nos llega el gas, hay que taparse la boca y la nariz con
un pañuelo, tratar de respirar lo menos posible y salir de la nube de humo cuanto
antes. No debemos correr, pues podemos marearnos, tropezarnos y caer al suelo.
Tampoco debemos frotarnos la cara ni los ojos. En el peor de los casos, podemos
sentirnos mareados y vomitar. El activista nos recordó que por muy estresante
que pueda ser la sensación de asfixia y escozor, siempre debemos recordar que
en unos pocos minutos habrá terminado. Respirar algo con olor fuerte, como una cebolla,
colonia o una toallita de alcohol puede ayudar.
Bombas de sonido: no hacen daño, a no ser que
te golpeen al caer. Sólo hacen ruido y sirven para asustar y dispersar a lxs
manifestantes. Si una de ellas cae cerca de ti, date la vuelta y tápate los
oídos.
Cañones de aguas fétidas: cañones instalados
en cisternas blindadas que arrojan una mezcla de agua fétida a unos 50 metros
de distancia. El líquido tiene una composición química desconocida, y su olor
es prácticamente imposible de quitar del cuerpo y la ropa durante días. Lxs
palestinxs la llaman “hara” (mierda).
Bolas de goma: la legislación exige a los
soldados lanzarlas a una distancia determinada y por debajo de la cintura. En caso
de respetarla, este tipo de munición sólo causará moratones. En numerosas
ocasiones los soldados disparan desde distancias cortas y por encima de la
cintura. En estos casos las bolas pueden ser muy peligrosas. Este tipo de
munición es el único que no nos dispararon hoy.
Varios soldados apostados en plataformas justo detrás del
muro nos dispararon granadas de gas lacrimógeno, arrojaron varias bombas de sonido y agua
fétida (Ver vídeo). Mientras los manifestantes nos dispersábamos por la colina tratando de
controlar dónde caía la munición para correr en sentido contrario, un grupo de
jóvenes del pueblo tiraban piedras contra el muro con tirachinas y hondas. Los
soldados atacaron apenas dos minutos después de comenzar la manifestación, por
lo que la mayoría no pudimos ni siquiera acercarnos a la alambrada.
Joder coleguitas... tenéis los ovarios bien puestos...
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