Todas hemos comprobado
alguna vez que las guías de viaje mienten, bueno, omiten parte de la verdad
sobre los lugares que describen. Y dejan en manos de la inquietud de la viajera la
opción de conocer la realidad que le rodea.
La guía de Costa Rica que
tengo entre mis manos afirma que la Iglesia y el Estado se separaron en este
país a finales del siglo XIX… pero según los ticos y ticas con los que he
conversado, nada más lejos de la realidad. Y lo cierto es que resulta fácil ver
alguna referencia a Dios por todas partes, en los buses, en la tele, en las
conversaciones… a cada paso encuentras un colegio católico o una asociación con
cierta vinculación religiosa. Y lo cierto es que aquí casi “todos son santos”…
Vivo en San Rafael cerca de San Ramón de Tres Ríos, trabajo en San Pedro y por
el entorno también hay otras tantas vírgenes que dan nombre a barrios de los
alrededores de San José. Pero eso es lo de menos, la influencia de la Iglesia
es verdaderamente fuerte, hasta el punto de no poder abrir una taberna (soda) si
hay una iglesia a menos de 400 metros. La Iglesia
tiene “amigos” en las instituciones públicas y el problema es que al parecer
tiene influencias fuertes en el gobierno. Se describe a la señora Laura
Chinchilla como conservadora, imperialista y neocolonial, incluso hay quien
dice que es la peor presidenta de América. (Caldo de cultivo para que los
sectores machistas digan que “todo esto nos pasa por dejar gobernar a una mujer”…).
Además los casos de corrupción de varios cargos de su gobierno están a la orden
del día… ¡me siento como en casa!
En esta hermosa tierra,
los servicios sociales también se están desmantelando dando paso a las
privatizaciones. Los intereses del Capital vienen pisando fuerte y arrasando
con siglos de evolución. La gente dice que la democracia y el ecologismo de
Costa Rica tienen muchas contradicciones. Hay pueblos que están en lucha para
que se respeten sus derechos y sus tierras. Hay personas que pelean porque se
respete la naturaleza, porque los humanos y humanas restauremos nuestro vínculo
con ella. Pero tristemente también hay personas que no hacen nada… no lo
consideran su lucha.
Queda mucho por descubrir
y por mostrarles desde la cuna de la
biodiversidad.
Buena crónica... Gracias por acercarnos un poco la realidad social de Costa Rica, por situarnos en la verdad de ese país. Continúa así. Besos desde Galicia.
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