martes, 31 de julio de 2012

COSTA RICA: Ley del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, ¿una ley más para especular con la tierra?


Hoy, a 31 de julio de 2012, he recorrido las calles de San José junto a campesinos y campesinas. Hoy han juntado sus voces y sus protestas personas venidas de toda Costa Rica, para hacerse oír por los diputados. 

La ley en cuestión surge del ONT, Órgano de Normalización Técnica encargado de valorizar la tierra en Costa Rica. Para dicha valorización se manejaron diversos parámetros pero parece claro que no se tomó en cuenta el coste social que implicaba. Para la agricultura, la tierra no es un bien especulativo, es una herramienta de trabajo. Como bien decía Miguel Chávez en los Desayunos de Radio Universidad[1], “nosotros no andamos comprando y vendiendo la tierra, eso no es la agricultura. La valorización se hizo a raíz del boom inmobiliario… alguien vino a Costa Rica y compró un par de propiedades a una barbaridad de plata y parece que se tomó ese precio como referencia”. El hecho es que la valoración de las tierras dedicadas a la agricultura sufre fuertes alteraciones por la plusvalía adquirida a consecuencia de la instalación de proyectos turísticos, industrias, comercios y otras obras. Por ese motivo, la ley implicaría un aumento en los impuestos en algunas zonas de un 97%. “Yo estaba pagando 12.000 colones anuales y ahora me han dicho que voy a tener que pagar 400.000 colones y sólo por plantar frijolitos”, decía una campesina de Upala. Y lo cierto es que con esta ley la gente se enfrenta a la posible pérdida de sus tierras, por no poder hacer frente a esos pagos. Además, se promueve abiertamente la concentración de la tenencia de la tierra, se favorece la especulación inmobiliaria, e incluso posiblemente el blanqueo de capitales entre otras cosas del narcotráfico.

La negociación anda en un juego se porcentajes, en el que la Comisión de Asuntos Agropecuarios de la Asamblea Legislativa, propone ajustar el valor de las tierras en un 50% a la hora de aplicar la tarifa uniforme. Intentando de esta forma mediar entre la Municipalidad y el sector agropecuario. La Municipalidad alega una posible quiebra del sistema si el porcentaje no es más elevado, pero lo cierto es que según los cálculos efectuados por UPA Nacional incluso con el 20% que propone el campesinado, la Municipalidad estaría aumentado sus ingresos en un 300%. Por otro lado, el Ministerio de Agricultura se ha manifestado a favor de la propuesta del sector, pero tristemente parece que el Gobierno no toma muy en cuenta este ministerio. Como siempre se les olvida que el pueblo no es el encargado de pagar por la mala gestión de sus dirigentes.

Desde el sector agropecuario, no quieren que se les regale nada, es más, entienden que deben pagar sus impuestos para contribuir al desarrollo de su país, pero sí exigen que es pago sea justo. Exigen una ley con “justicia tributaria”. 

Por otro lado, parece que en esta lucha no hay sólo pequeños y medianos agricultores, parece que el pilar que puede ejercer más fuerza para cambiar la ley son las grandes empresas del agronegocio que también se ven perjudicadas. Quizá sea una burla del destino que el pequeño campesinado se vea con la necesidad de compartir pancarta con los responsables de la expansión de los monocultivos, de la entrada de los transgénicos, del uso de prácticas destructivas del medio ambiente y responsables de sus propios desalojos y de la especulación de la tierra. Quizá esta lucha debieran ser varias, pero posiblemente sea necesario ganar primero este combate para emprender otros. Como se leía hoy en la Web de La Nación[2], “la revisión necesaria es más profunda y debe tomar en cuenta los problemas de la rentabilidad y la especulación, así como la extensión de los terrenos agrícolas y la naturaleza concreta de las actividades desarrolladas en ellos”.

A pesar de esto, la esperanza que unió en la mañana del 31 de julio a miles de personas, nace desde la necesidad de que la voz del pueblo se oiga. No es sólo la lucha de campesinos y campesinas, es la lucha de todos y todas por lograr la soberanía alimentaria en cada uno de nuestros países. Por lograr un sistema de alimentación sostenible en este planeta.









[2] http://www.nacion.com/2012-07-31/Opinion/reclamo-de-la-agricultura.aspx

2 comentarios:

  1. Mañana desde la ofi cuelgo alguna foto que desde casa me desespera un poco el Internete!

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  2. Gracias por apoyar la lucha de los pueblos a favor de su soberanía alimentaria.

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