Cuando llegamos a la puerta de embarque lo menos llamativo
era el cordón de seguridad rodeándola y el control de seguridad específico del
vuelo de Tel Aviv. Pasaba fácilmente desapercibido y yo sólo podía mirar a esos
hombres vestidos de manera extraña, con telas en la cabeza, la barba muy larga,
unas cintas negras de cuero enrolladas en el brazo mientras sostenían un
librito indescifrable en alto y se balanceaban. Se balanceaban sin parar…
El sábado habrá fiesta en la embajada. Estará toda la
gente de las ONGs. Vais a acompañarme.
¿Cómo distinguir un asentamiento israelí de un asentamiento
palestino? En el segundo, todos los tejados cuentan con cómodos bidones negros
para almacenar agua y sobrevivir a los cortes regulares que Israel hace de este
servicio. Los asentamientos israelís no tienen restringido el acceso al
agua.
Pasad, por favor, adelante. El primer paso es serviros
una copa en el jardín, luego podéis pasar al salón a por la comida. Adelante,
adelante.
Leila Khaled es una militante palestina conocida por ser la
primera mujer en secuestrar un avión el 1969 para llamar la atención sobre la
situación en Palestina. El graffiti del muro con su imagen reza “I am not a
terrorist”.
Periodistas, cooperantes, diplomáticos, todos a una. La
de “seré tu amante bandido” la cantan y la bailan todxs igual. Parece que aquí
la lucha de clases nos recoloca. María bromea con los camareros “¡Qué raro es
esto!.. Una fiesta en Ramallah y los únicos palestinos ¡sois vosotros!”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario